Fuente: El Economista/ Nallely Hernández

  • La eliminación de subsidios, la alta inflación y las alzas en tasas de interés, ponen retos a la industria con afectación a las personas de menores ingresos que requieren un hogar

Para representantes de los desarrolladores de vivienda, el rezago habitacional, calculado entre 8 y 8.5 millones de hogares, debe ser atendido con innovación, pues al mismo tiempo que se han dado mejores condiciones para los segmentos de mayor valor, el costo del financiamiento creció, mientras que la inflación está en sus niveles más altos y la industria ya no cuenta con subsidios.

Francisco Solares Alemán, presidente nacional de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), detalló que ante el crecimiento de las ciudades es urgente crear sinergias entre los desarrolladores y gobiernos para la creación de infraestructuras, abasto de servicios públicos, así como atender el encarecimiento y falta de tierra asequible.

“Necesitamos ser más ágiles en toda la tramitología que hay que hacer para poder construir una vivienda (…) hay que buscar nuevos productos que se adapten”, puntualizó el directivo durante su participación en el séptimo Foro Universitario de Vivienda 2022.

Por su parte Alberto Moreno Monroy, presidente nacional de la Canadevi, consideró que, pese a la importancia de la vivienda para la construcción de ciudades y su requerimiento de infraestructura urbana, se carece de un plan general que permita a cada uno de los actores del sector entender su función para tener logros a mediano y largo plazo.

“Se necesitan unas 600,000 viviendas al año para atender las necesidades de las parejas, más las que ya están en rezago” estimó el directivo.

Sin embargo, urgió porque este inventario se construya en puntos asequibles y conectados a los centros de trabajo y demás servicios de las ciudades, pues las áreas conurbadas implican un gasto de cerca de 138,000 millones de pesos al año a los gobiernos locales, por lo que la planeación apunta como la mayor solución.

“Es una situación en la que debemos pensar cambios, en ser disruptivos, pero no nada más la parte empresarial, también la sociedad, la academia, los organismos nacionales de vivienda, las instituciones federales, estados municipios, pensar en estas ideas y crear un faro que nos guíe”, opinó el titular de la Canadevi.

El tamaño del reto

Y es que, la demanda de vivienda va en sintonía con la formación actual de matrimonios, la cual impulsa que 326,000 parejas cada año requieran un lugar donde vivir, de acuerdo con los datos presentados por el presidente de la CMIC.

“El matrimonio va a la baja, ya no nos queremos casar, sobre todo los más jóvenes (…) entre el 2015 y el 2020, los matrimonios bajaron un 40 por ciento… (Pero) La Conapo estima que entre el 2022 y el 2025 se van a necesitar 532,000 hogares urbanos”, destacó Solares Alemán.

En tanto, de acuerdo con las estimaciones de la CMIC, han sido poco más de 250,000 casas nuevas las que se han integrado al inventario y mientras que las acciones de vivienda por parte de los organismos gubernamentales registran una caída de 25%, el monto destinado en recursos fue 40% mayor, lo que refleja una afectación a los segmentos de menores ingresos, dijo el representante empresarial.

“Esta disminución se vio más en las viviendas de menor costo, las que son para satisfacer la parte de la sociedad que tiene menos recursos y menos oportunidades, es ahí donde estamos tratando de reactivar al sector”, dijo el directivo.