Fuente: El Financiero/ Fernando Navarrete

  • Las entidades al norte del país son las principales beneficiadas del nearshoring, mientras que el desarrollo de la vivienda en CDMX se ha contraído.

Una mayor dinámica del empleo formal, la actividad industrial y los primeros efectos del llamado nearshoring en México, han provocado una atracción de inversión para la producción y compra de vivienda en las regiones noroeste, noreste y occidente del país, mientras que en la zona metropolitana de la Ciudad de México se ha contraído.

Rodrigo Padilla, director general del Banco Inmobiliario Mexicano (BIM) dijo que desde 2017 cada vez menos desarrolladores de vivienda se han animado a arrancar proyectos en la capital, lo que se acentuó más con la pandemia, mientras que en el norte la migración de trabajadores y el anuncio de nuevas plantas e inversiones, por el nearshoring atrae cada vez más inversión en vivienda nueva.

“Está creciendo noreste, noroeste y occidente, algo crece en el Bajío y la Ciudad de México ha venido decreciendo, sin que sea una cosa violenta. Probablemente el fenómeno del nearshoring haga que esto se acentúe, lo cual es buena noticia y ojalá que viéramos este fenómeno en más regiones del país”, dijo tras concluir su gira territorial en la capital.

Aunque señaló que el efecto real del nearshoring en la demanda de vivienda aún no se ve, sí destacó que el BIM ha duplicado en los últimos años su volumen de financiamiento para la vivienda. Tan solo en este año, la institución estima que se financiarán más de 12 mil millones de pesos, un avance del 6.6 por ciento respecto a los 11 mil 250 millones de pesos financiados el año pasado.