Fuente: Grupo En Concreto

La resiliencia del sector de la construcción, de la mano al apoyo de la banca, Infonavit y Fovissste, sumado a las bajas tasas de interés, han logrado que la crisis por Covid-19 aminore los impactos en este ramo de la economía nacional, cuyo futuro se observa promisorio.

Así coincidieron representantes de la industria de la vivienda y la construcción durante su participación en el Encuentro Líderes de la Industria, organizado por GRUPO EN CONCRETO y la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) quienes, impulsados por la crisis sanitaria, dirigieron sus acciones en favor de los derechohabientes.

En su oportunidad, Gonzalo Méndez Dávalos, presidente de la Cámara Nacional de Desarrollo y Promoción de Vivienda (Canadevi), señaló que la industria se comportó de manera resiliente y solo perdieron 1.9% de la penetración y del mercado al término del 2020.

Sin embargo, indicó que producto de las acciones que se emprendieron por parte de Fovissste e Infonavit, se logró que este sector impulsor de la economía, pasará con éxito la difícil prueba, en lo que destacó el monto otorgado de créditos por la banca comercial por arriba de 9.4%.

“En este momento llevamos 109 mil viviendas según el Registro Único de Vivienda, lo que significa un 12.7% arriba del mismo periodo de agosto del 2021, el crecimiento que tuvo la banca comercial julio 37% arriba y la gente está observando que para poder quedarse en casa hay que tener una y la industria de la construcción ha entendido que las viviendas deben ser adecuadas.

“Además, las tasas a un solo dígito, que históricamente son las más económicas, están siendo apreciadas por la gente para comprar y entender que este es un buen momento para adquirir vivienda”.

Indicó que, si bien algunos insumos están subiendo como el acero hasta en 55%, esto aún no se refleja en los precios de la vivienda por lo que es un punto a favor para la adquisición de casas.

Por su parte, Juan Francisco Bermúdez, vicepresidente ejecutivo de vivienda y desarrollo urbano de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), señaló que ha sido un gran reto pero con la ventaja de que esta industria que paró momentáneamente, se determinó como una actividad primordial y automáticamente pudieron seguir trabajando.

“La industria dentro de la vivienda, vimos cómo se nos empezó a caer, sin embargo, las instituciones empezaron a sacar programas que pueden servirnos y tuvimos que alinear las estrategias para la venta hacia la vivienda que se pudiera estar promocionando y sacando dado que los créditos siguieron ofreciendo oportunidades, incrementando los análisis de riesgo y nos alineamos, sacando el producto exacto”, indicó.

Mencionó que el sector privado ha seguido desarrollando proyectos y el reto es seguir sacando programas lo mejor posible para dar un mejor producto a los derechohabientes.

Entre ellos, el uso de la tecnología, las comunicaciones, internet y las redes sociales que han sido aliadas para vender sus productos.

A su vez, Carlos Medina Rodríguez, vicepresidente de desarrollo inmobiliario de la Concanaco-Servytur, indicó que la reactivación en vuelos y en turistas será un buen impulsor para que la vivienda se siga generando y pueda seguir teniendo números como lo que se observaban en 2019, pero esto dependerá de muchos factores.

“El económico, como viene desarrollándose la pandemia, el tema de la vacunación que ha sido estratégico e importante, conseguir que se siga vacunando la mayor parte de la población tanto en México como en el mundo para que puedan seguir teniendo tranquilidad y volar a los destinos y con ello la demanda laboral que se tiene que es lo que impacta a la vivienda”, aseveró.

Agregó que la vivienda turística, media y residencial es la que más ha mantenido al sector, sin embargo, la social ha decrecido desde antes de la pandemia y solo se hace un 20% en relación a lo que se construía antes.

Por su parte, Jesús Orozco de la Fuente, director de Tinsa México, resaltó la resiliencia sorprendente del sector inmobiliario en la crisis sanitaria y el número de unidades vendidas muestra que el declive empezó desde antes de la pandemia.

“Cuando empezó la pandemia pensé que esto iba a ser un declive total. Sin embargo la reacción que ha tenido la banca, los desarrolladores, políticas de apertura del gobierno en el sector turístico alentó para que la demanda de vivienda se pudiera seguir satisfaciendo. Estamos viendo una estaticidad en los precios en 5 y 7% en algunos insumos y en su momento los desarrolladores tendrán que reflejarlo en sus costos.