Fuente: El Economista/ Samanta Escobar

  • De acuerdo con especialistas del Banco Mundial, la cifra estimada es al menos para la próxima década; recursos para Conagua aumentaron 40% para este 2023.

México atraviesa por una crisis hídrica que pone en riesgo el abastecimiento de agua limpia y segura para la población. Si bien hay factores naturales que podrían agravar la situación, como los efectos del cambio climático, la falta de inversión en infraestructura es uno de los principales problemas en la materia.

Verónica Martínez, consultora independiente del Banco Mundial, indicó que, para cumplir con los objetivos del sector, en términos de acceso al agua de buena calidad, saneamiento, alcantarillado, entre otras clases de equipamiento, se requiere que el gobierno destine un presupuesto anual de 85,000 millones de pesos en un lapso continuo de los próximos 10 años.

Para el 2023, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) tiene un presupuesto asignado de 93,000 millones de pesos para la construcción y el mantenimiento de equipamiento de infraestructura hidráulica en todo el país.

De acuerdo con Humberto Marengo, subdirector general técnico del organismo público, el presupuesto destinado a la Conagua para este 2023 es 40% superior al establecido en el 2022.

“El presupuesto se está destinando a los acueductos, a los distritos de riego y a otros tipos obras. Ha habido un crecimiento en la inversión pública, con el objetivo de rescatar y construir nueva infraestructura para resolver los problemas sociales y ambientales de fondo”, comentó el funcionario durante el “Foro Hídrico 2023 – CMIC CDMX EDOMEX”.

A pesar del aumento para este 2023, la tendencia en el gasto público fue a la baja en años anteriores; en el 2015 la Conagua recibió únicamente 27,000 millones de pesos, una situación “financieramente precaria” para gestionar los recursos hídricos del país, ya que la mayoría de los organismos operadores se encontraron en números rojos, según Martínez.

Piden diversificación de responsabilidad
Por su parte, Carlos Puente, director de Agua, Energía y Medio Ambiente del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras), argumentó que no es viable que el Estado, a través de la Conagua, sea el único encargado de responder a las necesidades de México en cuanto a infraestructura para la gestión, tratamiento y suministro de agua.

Es injusto exigir que sólo el gobierno responda a estas necesidades. Sí se deben tener más recursos por parte de la Federación, pero debemos hacer acuerdos para la sostenibilidad operativa y financiera del sector hídrico”, dijo Puente.

“En México— añadió— existen fuentes de financiamiento que podrían cubrir las necesidades a la perfección, el tema está en el compromiso ético de las iniciativas públicas y privadas para el uso eficiente de agua”.

Asimismo, Martínez agregó que es fundamental desarrollar modelos de cooperación que complementen la ausencia de recursos, así como crear un plan que dirija el desarrollo de proyectos de infraestructura de forma sostenible, es decir que sean viables en el sentido financiero y técnico para fomentar la inversión privada.

“Planear la sostenibilidad de los proyectos a largo plazo es clave. Tenemos que buscar fuentes alternas de financiamiento, sin dejar de lado la aprobación social; tomar en cuenta a la comunidad para la generación de infraestructura traerá más beneficios a largo plazo, porque, al final, los usuarios son los más importantes”, apuntó la consultora del Banco Mundial.