Fuente: El Economista/ Jesús Vázquez

Se ingresó a evaluación ambiental ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) un proyecto de generación de energía solar denominado Parque Fotovoltaico Energías Renovables Saas, a ubicarse en el municipio de Peto, Yucatán.

El proyecto generaría electricidad por medio de energía renovable de radiación solar en alrededor de 70 megawatts (MW), mediante la instalación y operación de aproximadamente 128,464 paneles fotovoltaicos, sobre una superficie de 1,665,298 metros cuadrados.

Además, se indica en la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) que serán instalados 338 inversores, un sistema colector a 34.5 Kv, una subestación elevadora de 34.5/115 Kv y una línea de transmisión eléctrica de 115 Kv que tendrá una longitud de 1,389 metros; así como caminos de acceso y caminos internos y varias obras de apoyo.

La inversión prevista es de 45 millones de dólares a cargo de la empresa promovente Energías Renovables Saas.

En el sitio donde se desarrollará la planta resaltan las áreas naturales, sin embargo, existe afectaciones humanas, así como la instalación de un parque fotovoltaico aledaño.

Con relación a las especies protegidas o en alguna categoría de riesgo, se detectaron en total 34 especies, siete fueron especies de herpetofauna (un anfibio, seis reptiles), seis especies de mamíferos y 21 especies de aves; enlistadas ya sea en la normatividad nacional (NOM-059), se lee en la MIA.

Según el documento, están identificados 17 impactos residuales a consecuencia de la construcción de la planta fotovoltaica, los cuales se refieren al impacto en la composición y poblaciones de vegetación forestal y no forestal, la mortalidad de fauna por atropellamiento, la disminución en la calidad del aire por emisiones y dispersión de polvos por maquinaria vehículos y la contaminación de las aguas por infiltraciones de sustancias, vertidos o arrastres.

No obstante, se asegura que después de la aplicación de medidas de mitigación, es posible disminuir considerablemente estos impactos si dichas medidas son generadas y aplicadas correctamente, además de la posibilidad de establecer medidas compensatorias.

“Se considera que los impactos que se generaron en el ambiente por la implementación del proyecto no tendrían repercusiones graves sobre el ecosistema, ya que se tomarán las medidas necesarias para mitigarlas. Aunado a esto, como resultado de la valoración de impactos, ninguno de ellos resultó como crítico y, por último, el promovente se encargará de que se apliquen las medidas de mitigación y/o compensaciones necesarias para disminuir el grado de afectación de los impactos sobre el ambiente”, se añade en el documento.