Fuente: El Sol de México/ Viridiana Saavedra

Los gobiernos de Jalisco y Guanajuato buscan reactivar el proyecto de la presa El Zapotillo para dotar de agua a las zonas metropolitanas de Guadalajara y León ante la grave sequía que azota a la región y ha obligado al tandeo de agua en la capital jaliscience desde hace tres meses. Los mandatarios Enrique Alfaro Ramírez, de Jalisco, y Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, de Guanajuato, buscan el apoyo del Gobierno federal para concretar la obra que arrastra desde hace años varios problemas como procesos jurídicos, un amparo que obliga a revelar información reservada, un dictamen hecho con base en información de hace 30 años y la oposición de tres pueblos a ser inundados.

Esta semana se reunirán el presidente Andrés Manuel López Obrador y el gobernador Enrique Alfaro para dialogar sobre la presa la cual a decir de los mandatarios estatales ha sido abandonada por la Federación pues este año sólo le presupuestó 300 millones de pesos para mantenimiento.

La obra enfrenta el rechazo social de los habitantes de los pueblos de Temacapulín Acasico y Palmarejo los cuales quedarían inundados una vez que se concrete por lo que exigen al Gobierno de Jalisco dar mayores detalles sobre la viabilidad de la presa y sobre la distribución del agua que se compartirá con Guanajuato.

Los activistas en contra de la presa ganaron un amparo que obliga al Ejecutivo estatal a responder sobre el Acuerdo de Distribución del agua del río Verde donde hay datos técnicos relacionados con la construcción de la presa El Zapotillo.