Fuente: El Economista/ Patricia Romo

  • El aumento de las compras online, a raíz de la pandemia, disparó la demanda en parques de última milla para la distribución inmediata de productos.

El cambio en los hábitos de consumo que trajo consigo la pandemia de Covid-19 disparó la demanda de espacios industriales enfocados al sector logístico y generó el surgimiento de la última milla; es decir, micro hubs o pequeños parques industriales que permiten la distribución inmediata por su cercanía con el mercado objetivo.

“En Jalisco las reglas las están dictando los sistemas logísticos, de almacenamiento y distribución, derivado de los hábitos de consumo que han acelerado el incremento de compras en línea, provocando una fuerte demanda de espacios para almacenar productos que cada vez tienen que estar más cerca de los usuarios finales”, dijo a El Economista, el director de la Asociación de Parques Industriales del Estado de Jalisco (APIEJ), Javier Lemarroy.

Según datos de la APIEJ, la renta de inmuebles dentro de parques industriales desde la pandemia aumentó considerablemente alcanzando un récord histórico en el 2021.

Haciendo un comparativo de los últimos tres años, en el 2019 se tomaron de mercado 282,834 metros cuadrados; en el 2020 con la llegada de la pandemia, se rentaron 394,869 metros cuadrados y en el 2021 la cifra ascendió a 601,992 metros cuadrados, “que han sido tomados por sectores donde predominan logística, bienes de consumo, expansiones de empresas de manufactura avanzada como eléctrico-electrónica y almacenamiento de componentes de manufactura”.

Para Horacio Jácome, director para Real Estate Industrial Guadalajara, de la compañía de servicios inmobiliarios Colliers International, entre el 2020 y el 2021 llegaron grandes centros de distribución al municipio de El Salto, destinados a atender la creciente demanda de productos comercializados por los grandes referentes del e-Commerce.

Un ejemplo, es la instalación del centro de distribución de Mercado Libre en el Parque Industrial Vesta, en el corredor industrial de El Salto, con una superficie de 85,000 metros cuadrados.

Soporte
Por su parte, el vicepresidente de New Business región Bajío-Norte de Vesta, Adalberto Ortega, indicó que no podrían existir los parques industriales de última milla sin el soporte de los macrocentros de distribución debido a que “son totalmente dependientes”.

La necesidad de acortar los tiempos de entrega ha hecho que estas compañías y todas las que se dedican a la paquetería, mensajería, logística y distribución busquen espacios urbanos adecuados para una operación intensiva con tráfico de camiones de grandes dimensiones y a la vez, con una flotilla de unidades de reparto que garanticen una entrega expedita.

Javier Lemarroy subrayó que debido al continuo incremento de las compras online, el sector prevé que en el 2022 crecerán los parques industriales de diferentes formatos, tanto los que albergan grandes bodegas, como la reconversión de inmuebles dentro de la mancha urbana para dar cabida a naves pequeñas y especializadas, destinadas a atender las entregas de última milla.

“Este 2022 prevemos la llegada de más empresas que requieran esta clase de espacios industriales”, mencionó.