Fuente: El Economista/ Patricia Romo

  • Empresas afiliadas al organismo han colaborado en labores de limpieza y remoción de escombros con maquinaria y equipos propios, pero para reconstruir, el principal reto será la fuerza de trabajo, afirmó su dirigente nacional, Francisco Solares.

Guadalajara, Jal. A casi un mes de que el huracán Otis tocó tierra y causó devastación en Acapulco, Guerrero, la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), urgió al gobierno federal a implementar un programa de empleo temporal para que los prestadores de servicios turísticos que se quedaron sin empleo, puedan participar en la reconstrucción del puerto.

“Nosotros hemos propuesto al gobierno federal, pero no se ha llevado a cabo, que debiera instalar un programa de trabajo temporal para la gente de Acapulco; porque no hay trabajo en los hoteles, restaurantes, en los comercios y que ahora, debería establecerse un programa en el que se le pagara a esa gente para que ayude en la limpieza del lugar y ayude en la reconstrucción”, comentó a El Economista, el presidente nacional de CMIC, Francisco Solares Alemán.

El dirigente nacional del sector, comentó que durante el mes que ha transcurrido desde que ocurrió la devastación por Otis, las empresas afiliadas a CMIC, principalmente en la delegación Guerrero, han apoyado en las labores de limpieza, remoción de escombros y habilitación de carreteras en la entidad, pero es necesario, dijo, iniciar la reconstrucción cuyo principal reto será la fuerza de trabajo.

Anticipó que a través del Instituto de Capacitación de la Industria de la Construcción (ICIC), la CMIC se enfocará a capacitar a la fuerza laboral que se requiere para reconstruir Acapulco.

“En cuanto sea posible, vamos a empezar un tema de capacitación porque se necesita personal capacitado para poder hacer la reconstrucción. Nosotros tenemos el Instituto de Capacitación más grande de Latinoamérica y tenemos que hacerlo”, subrayó el dirigente de la cúpula constructora en el país.

Reconstrucción resiliente

Francisco Solares dijo que debido a que se espera que los fenómenos meteorológicos lleguen cada vez con mayor frecuencia, “debemos hacer una reconstrucción que pueda resistir de mejor forma estos desastres naturales y que se pueda reconstruir de manera más rápida”.

Sin embargo, mencionó que las empresas constructoras no pueden seguir sufragando los gastos como lo han hecho en el último mes, por lo que es necesario contar con un fondo de apoyo como el desaparecido Fonden.

“Los equipos de las constructoras no los tenemos ahí esperando que ocurra un desastre de éstos; hay que desplazarlos, hay que descuidar nuestras obras y eso no se puede hacer indefinidamente, necesitamos un esquema como antes existía con el Fonden”, puntualizó.