Fuente: Excélsior/ Ivonne Melgar

  • El gasto de inversión en infraestructura, destinado a proyectos como el Tren Maya, es de los que más han crecido durante la actual administración

En la recta final del sexenio, el gobierno federal busca cumplir con las obras insignia de la administración, razón por la cual se ha fortalecido el gasto de inversión en infraestructura, dedicado a los trabajos del Tren Maya y la refinería Dos Bocas, entre otros.

Dicha tendencia es evidente en el gasto de este 2022, con sobreejercicios por parte de la Secretaría de Turismo, la cual tiene bajo su encargo la edificación del Tren Maya, que ha gastado, en la práctica, 52 mil 212 millones de pesos, cuando el presupuesto que le fue aprobado para este año fue de 31 mil 311 millones de pesos, lo que representa un sobregiro de 67 por ciento.

En la misma situación se encuentra la Secretaría de Energía, la cual tiene bajo su responsabilidad la construcción de Dos Bocas, con un sobreejercicio de más del 100%, ya que, a pesar de que le fueron aprobados 46 mil millones de pesos para este año, muestra un gasto de 94 mil 115 millones de pesos.

En tanto, para 2023, el quinto año del actual sexenio, la inversión en obras insignia, los subsidios y las pensiones tendrán mayor participación en el gasto público.

En el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2023 se prevé un gasto en inversión por 1.19 billones de pesos, lo que incluye obras prioritarias como el Tren Maya y el del Istmo de Tehuantepec, lo que representará 14.3% del gasto total, cuando, a inicios del sexenio, la participación era de 12.2 por ciento.