Fuente: El Economista/ Alejandro de la Rosa

  • Las pistas central y norte, que tendrán uso comercial, están terminadas, lo que permitirá que el Día del Ejército Mexicano se realice la primera operación de muestra.

El Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), en Santa Lucía, Estado de México, registró un avance físico del 44% y financiero del 33%, hasta noviembre pasado, última información oficial, de acuerdo con lo programado por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

Su costo, incluyendo la conexión terrestre el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y diversas instalaciones militares está fijado en 82,136.1 millones de pesos. Hasta el día 30 del mes referido se ejercieron 17,321.1 millones de pesos, de los 26,765.6 millones de pesos que ha recibido la dependencia (para el presente año se le asignó un presupuesto de 21,314.8 millones de pesos).

Las pistas central y norte, que tendrán uso comercial ya están totalmente terminadas, lo que permitirá que el próximo 19 de febrero, Día del Ejército Mexicano, se realice ahí la primera operación de demostración. La inauguración total sigue marcada en el calendario para el 21 de marzo del 2022.

Ambas pistas forman parte del frente constructivo 1 (de los 22 que trabajan simultáneamente las 24 horas del día); sin embargo, aún falta terminar ahí calles de rodaje y diversas plataformas y sus equipamientos. Los avances más notorios en todo el proyecto están en la torre de control, edificio terminal y terminales de combustible, en donde ya iniciaron los procesos de instalación de servicios y sistemas.

En más de una ocasión, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha destacado la labor del Agrupamiento de Ingenieros Santa Lucía en la zona que abarca una extensión de 3,740 hectáreas, los cuales laboran bajo la consigna: Cumpliremos la misión

“A mí me gustaría que todos los mexicanos pudieran visitar esta obra, no cuando esté terminada, sino lo que es una obra en proceso, cuando se trabaja bien, que así quisiera yo que se trabajaran todas las obras. Que se cumplieran todos los plazos, que se ahorrara en el presupuesto destinado a las obras”, apuntó. Parte fundamental del ahorro, referido es la reutilización de materiales del cancelado aeropuerto de Texcoco, del cual, ha explicado la Sedena, se han movilizado más de 5.5 millones de metros cúbicos de materiales pétreos que se usaban para las precargas de pistas.

Además, al ser una obra de administración directa de la secretaría, “se evita la contratación de constructoras privadas, se reduce al máximo los gastos indirectos y no existe lucro en perjuicio del Estado en virtud de que no hay utilidades para los servidores públicos que está a cargo”, explicaron ingenieros militares un grupo de diputados federales que estuvieron ahí el mes pasado.

Tecnología y conexión terrestre
Las previsiones para el primer año de operaciones de AIFA eran atender a 19.5 millones de pasajeros en una terminal con 44 posiciones de contacto para las aeronaves, aunque debido a la afectación por la pandemia del Covid-19 las cifras se tendrán que ajustar a la baja. Aun así, el ánimo de los representantes de las aerolíneas que han visitado la obra es positivo.

El vicepresidente senior de Volaris, José Luis Suarez, por ejemplo, destacó el avance superior al 40%, lo que marca una “pauta increíble” en la historia de México, y reiteró que operarán ahí.

“Es impresionante la calidad del esfuerzo, la eficiencia con la que se está ejecutado el presupuesto. Vamos a tener un aeropuerto de clase mundial de muy bajo costo con alta eficiencia, lo cual va a permitir que nuestros clientes gocen siempre de bajos precios”, refirió.

Para brindar una mejor experiencia a los pasajeros, un equipo de militares expertos en tecnología de información y telecomunicaciones, además de tener a su cargo el desarrollo de los diversos sistemas requeridos para la operación (los cuales se complementarán con los que ofrecen empresas privadas) desarrolla una aplicación mediante la cual se podrán pagar varios servicios y mecanismo de reconocimiento facial y lectores biométricos, para reducir al máximo los contactos físicos.

Respecto a la conectividad terrestre, existen ya trabajos paralelos para la extensión de Tren Suburbano desde Buenavista, en la Ciudad de México, y sobre una nueva ruta desde el estado de Hidalgo. Por parte del Estado de México, el año pasado se otorgó la concesión a Mota Engil México de la autopista Tultepec-AIFA-Pirámides, la cual será “un importante acceso al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, a través de un arco que funcionará como un libramiento para la zona conurbada del municipio de Ecatepec”.

Además, la SCT está por renovar al Fondo Nacional de Infraestructura (Fonadin) la concesión de la autopista México-Tuxpan (Golfo Centro) para que pueda hacerla bancable y obtener recursos privados para desarrollar un paquete de cinco obras fundamentales para conectar al nuevo aeropuerto.