Fuente: Benjamín Pacheco/ El Vigía

  • Adrián Santos Martínez, titular de la CMIC en Ensenada afirmó que no es suficiente asignar presupuesto federal sin tener una idea de las necesidades

Un plan de infraestructura a largo plazo, transexenal y transmunicipal, es lo que requiere Baja California y, principalmente, el municipio de Ensenada, señalaron integrantes de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC).

El ingeniero Adrián Santos Martínez, representante local, lo señaló luego del foro “Directrices para la generación de una visión estratégica nacional”, en el que fue enfatizado que aún en este 2023 no es suficiente el presupuesto federal asignado a la construcción de infraestructura, como lo advirtió Javier Solares Alemán, presidente nacional del organismo.

“Además, está la forma en que se distribuye esa cantidad”, apuntó durante su participación.

Junto con la inversión en estos rubros, prosiguió el líder empresarial, es necesario que la planeación de la infraestructura del país vaya más allá de un horizonte de seis años, o de tres años en caso de los ayuntamientos, para poder tener eficiencia en los recursos que se destinen al sector.

“En el país no hemos caminado a la velocidad que deberíamos: de 2015 a la fecha, se tuvo un descenso importante en la inversión púbica destinada a la infraestructura, en parte por los años de la pandemia”, analizó el constructor.

No alcanza lo asignado

Santos Martínez comentó que el presupuesto en muchos Estados no está alcanzando para mantener la infraestructura que se tiene, lo que implica el riesgo de que se genere tanto deterioro al grado que se tendría que volver a construir.

“Todos los sectores, gobierno, empresarios, trabajadores y academia, deben trabajar unidos con un mismo rumbo que siempre le toca marcar al gobierno en sus tres instancias”, expresó.

Otros mensajes incluyeron la importancia de definir políticas públicas que generen mayor inversión, tanto para el sector público como el privado, y que dicha inversión pueda utilizarse de la mejor forma posible.

También que las empresas constructoras mexicanas deben tener participación y llegar al tope de su capacidad de producción, pues actualmente está muy por abajo de lo que podrían construir.

“Que todas las empresas mexicanas trabajáramos al 100 por ciento de capacidad y, si nos rebasa, pues bienvenidas otras empresas u otras instituciones que pudieran construir lo que nosotros no podemos”, concluyeron los líderes del sector constructor.