Fuente: El Economista/ Camila Ayala Espinosa

  • Una de las preocupaciones de los constructores de diferentes puntos del país es el incremento en los precios de materiales como asfalto y acero.

“Estamos totalmente de acuerdo que hay que apoyar a los estados que tienen un retraso en lo económico, en la educación, en todos los temas. Hay que ayudarlos, pero no sin descuidar a tal grado a los demás”.

Francisco Javier Solares Alemán, presidente nacional de CMIC.

La concentración de inversión en obra pública en dos entidades federativas del país que se prevé en el Paquete Económico del 2023 generaría un rezago para el sector subnacional y más ante una mayor presión inflacionaria, consideró la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC).

En el marco del Foro de Infraestructura 2022 CMIC-Ciudad de México, el presidente nacional del organismo, Francisco Javier Solares Alemán, explicó que como sector están preocupados ante el Paquete Económico del próximo año, ya que identificaron que el ejercicio presupuestal es parecido al del 2022, donde los estados más beneficiados han sido Campeche y Tabasco, con proyectos como el Tren Maya y la refinería de Dos Bocas.

En este año, dijo, a los dos estados de la región sur-sureste se les asignó aproximadamente 71% de la inversión, y para el 2023 son nuevamente beneficiados, pero con una asignación de 62 por ciento.

“La distribución actualmente está polarizada, 71% en el 2022 para dos estados únicamente y hay estados que tienen menos de 1% (…) Estamos totalmente de acuerdo que hay que apoyar a los estados que tienen un retraso en lo económico, en la educación, en todos los temas. Hay que ayudarlos, pero no sin descuidar a tal grado a los demás”, reiteró a pregunta de El Economista.

La Federación, acotó el constructor, planteó para la inversión en obra pública del 2023 alrededor de 700,000 millones de pesos, que serían entre 14 y 15% más que en este año. Sin embargo, si se contempla la inflación, la partida quedaría prácticamente igual a la del 2022.

“Hay un incremento en cuanto al monto que es un poco más allá de 14%, pero que para la inflación que tenemos en construcción es prácticamente lo mismo a valores de pesos reales”, ahondó.

Factores

Una de las preocupaciones que han compartido los constructores de los diferentes puntos del país es el incremento en los precios de materiales, pues en el 2021 el asfalto registró un mayor aumento y en el 2022 es el acero. “Lo que tenemos es una inflación importada, no se genera en México por la oferta y la demanda, se genera por los precios mundiales, de muchos de los insumos”.

Además, otro factor que le genera más estrés a las empresas constructoras es que el papel del Ejército cada vez toma un papel mayor, ya que se está encargando de más construcciones.

El presidente de CMIC dio a conocer que por la participación de las Fuerzas Armadas en el sector, desde el 2020 hasta inicios de octubre de este 2022 han cerrado 2,500 empresas.

“Estimamos que es del orden de 2,500 empresas, que ya han tenido que buscar alguna otra alternativa, porque no hay muchas opciones (…) No creemos que sea positivo porque las obras que hace el ejército no generan Impuesto Sobre la Renta”, subrayó.