Fuente: El Finaciero/ Viviana Estrella

  • La inversión concretada de 2022 a septiembre de 2023 en Querétaro ha provenido en gran medida de Alemania, en seguida de Estados Unidos, de México, Países Bajos, entre otros orígenes.

Querétaro, Qro. De 2022 a septiembre de 2023, la entidad recibió inversiones por más de 52,917.5 millones de pesos, a través de 89 proyectos de inversión que en suma representan la incorporación de 26,786 puestos de trabajo en el mediano plazo, expuso el secretario de Desarrollo Sustentable (Sedesu), Marco Antonio Del Prete Tercero.

Sólo en 2022, se concretaron 47 proyectos de inversión privada que representaron capitales por más de 26,202.1 millones de pesos, generando una demanda potencial de 13,996 trabajadores.

De enero a septiembre de 2023, la entidad captó 42 proyectos de inversión por 26,715.4 millones de pesos que ofertarán 12,790 puestos de trabajo, precisó el secretario estatal durante la primera jornada de la glosa del segundo informe de gobierno estatal (administración 2021-2027), ante los legisladores locales.

Entre estos proyectos, la inversión extranjera acumulada entre 2022 y los primeros meses de 2023 representa casi 2,904 millones de dólares, quitando los proyectos de inversión nacional, de acuerdo con los datos de la dependencia estatal.

La inversión concretada de 2022 a septiembre de 2023 ha provenido en gran medida de Alemania, en seguida de Estados Unidos, de México, Países Bajos, entre otros orígenes.

Safran es una de las empresas que este año confirmó la instalación de un banco de pruebas en el estado, donde se probarán turbinas en tiempo real; ahondó que este anuncio se concretó en el marco de una gira al extranjero, debido a que el proyecto estaba destinado a situarse en Marruecos.

De forma paralela a los proyectos concretados, la Sedesu cuenta una cartera de 56 proyectos que de concretarse significarían inversiones por 94,543.9 millones de pesos, así como una demanda de 16,056 empleos.

Entre los proyectos que están en cartera, 12 son de capital mexicano, ocho provienen de Estados Unidos, siete de China, siete de Alemania, cinco de Corea, cinco de Francia, tres de Canadá, dos de Italia; así como uno, respectivamente, de España, Brasil, Argentina, Taiwán, Turquía, Bélgica y Países Bajos.

De las 56 intenciones de inversión, la mayoría, 11 son de la industria automotriz, seis de tecnologías de la información y servicios, cuatro de electrónico, tres del sector médico, dos de la industria aeronáutica, dos de electrodomésticos, dos de alimentos y bebidas, uno de plásticos y los 25 restantes de otros sectores.

Relocalización de proveeduría

Al menos 25% (14 de las 56 inversiones) son ampliaciones de empresas, las cuales -dijo- estarían relacionadas con la tenencia de relocalización de proveeduría (nearshoring).

“De estos 56 proyectos, 14 son por ampliaciones y las ampliaciones, desde nuestro punto de vista son producto también del nearshoring porque son empresas que están buscando ampliar sus instalaciones para satisfacer la demanda que requieren sus productos en un mercado que sigue creciendo o con el ánimo de reducir el riesgo de las cadenas de suministro”, declaró.

Con la reconfiguración global de las cadenas de proveeduría y el fenómeno del nearshoring, el secretario estatal destacó que no se tiene registro de que aumenten directamente las nuevas inversiones chinas, toda vez que algunas empresas de ese origen están optando por adquirir compañías mexicanas para acceder al mercado norteamericano, con lo cual estos capitales no se digitan como IED.

“Una estrategia de las empresas chinas para llegar al país, México en su caso que tiene relación con Estados Unidos, (…) es llegar a adquirir empresas nacionales con capital chino y siguen siendo empresas nacionales que no se registran como IED, por eso no hay un gran número de empresas chinas registradas entre 2006 y el primer trimestre de 2023”, explicó.

El nearshoring, externó, está generando diversas oportunidades de negocio; ejemplificó que una empresa automotriz compra cerca de 26 billones de dólares de proveeduría en México y están buscando aumentar esa participación de suministro nacional, para evitar depender del mercado asiático.

No obstante, el nearshoring trae al estado cuatro retos, que -dijo- ya se están atendiendo, uno de ellos es tener la capacidad de suelo industrial para que se instalen las empresas, el suministro eléctrico, talento y contar con capacidades de proveeduría.