Fuente: Reforma/ Renata Tarragona

El segmento de lujo ha fomentado la inversión hotelera en el País en los últimos dos años, por el valor que genera y los activos diferenciados, en un contexto en que el ocio predomina en la actividad turística tras el impacto de la pandemia.

Por ejemplo, RLH Properties, fondo de capital de riesgo para invertir en el sector turístico hotelero, ha invertido en ese lapso 400 millones de dólares en la ampliación y renovación de sus activos, una nueva construcción y el desarrollo de experiencias.

“Actualmente lo que se constata, según expertos consultores del sector, es que el importe de inversión y lo que son hoteles de lujo están ahora mismo en línea con la media de los últimos 10 años, es decir, no ha bajado la actividad inversora.

“El segmento más bajo está 40 por ciento por debajo, eso demuestra que el segmento de lujo es el que más interés atrae por la inelasticidad de la demanda, precios que siguen creciendo con el tiempo más allá de la inflación, una demanda que acompaña esa subida de precios”, dijo Francis Muuls, director de operaciones de la empresa.

Además, indicó, el lujo da una protección de valor que no ofrecen activos de segmentos más bajos, esto es un activo único que no se puede reemplazar.

En su portafolio cuenta con hoteles en Mayakoba como el Rosewood, Banyan Tree y Andaz; Riviera Nayarit One & Only Mandarina; Four Seasons CDMX y un par en Madrid, Rosewood Villa Magna y el Bless.

Entre 2020 y 2021 invirtieron 130 millones de dólares en la mejora y desarrollo de experiencias en sus hoteles, el año pasado culminó la primera parte de la ampliación del Banyan Tree, y en 2022 está en renovación el Fairmont de Mayakoba.

Este año dará inicio un proyecto de inversión en la Riviera Nayarit para un segundo hotel en Mandarina, situado al otro extremo de la propiedad y operado por Rosewood, el cual tendrá 140 habitaciones y será inaugurado a principios de 2024.

“Seguimos explorando oportunidades, seguimos mirando tanto en México, España y Europa, que son los destinos donde nos sentimos cómodos porque existe una gran demanda de turismo de ocio”, añadió.

Afirmó que el ocio es mucho más resiliente y hay una mayor liquidez en el mercado para el sector de lujo, respecto al cual RLH Properties se encuentra optimista, en especial en México como destino número uno de sol y playa para el mercado más rico del mundo, que es Estados Unidos.

El que el País no haya cerrado fronteras al turismo en estos dos años ha permitido este repunte en el turismo de ocio, en particular para el lujo, al captar la demanda insatisfecha del continente, por lo que al año pasado la demanda derivó en un aumento del 30 por ciento en las tarifas de sus hoteles.