Fuente: Obras/ Diana Zavala

  • La recuperación se desaceleró este 2022 y se aleja cada vez más de los niveles prepandemia.

A pesar de los esfuerzos y la reactivación de la economía, la industria de la construcción en México no ha podido recuperarse de los efectos de la pandemia. El periodo amargo del sector comenzó antes del Covid-19, con una caída.

Desde 2018 comenzó con descensos, hasta que en noviembre de 2019 la caída fue inminente. El valor de producción bajó 7.7% respecto al mes anterior, la más profunda registrada por el Instituto Nacional Estadística y Geografía (Inegi).

“El deterioro de la actividad productiva de la industria de la construcción en el 2019 fue, entre otras, disminución en la ejecución de la inversión física presupuestaria, al registrar una contracción de 14% en el periodo enero-noviembre, en relación con el mismo periodo del 2018”, dijo en un reporte el Centro de Estudios Económicos del Sector de la Construcción (CEESC).

El cese de actividades durante la pandemia empeoró la situación y la industria acumuló 31 meses negativos, hasta que a mediados de 2021 la puesta en operación del plan de reactivación hizo que pareciera que el periodo oscuro hubiera pasado; sin embargo, la industria volvió a caer.

“Estamos estancados. La recuperación comenzó a desacelerarse por dos factores: la vivienda es el sector de la construcción más importante y ésta comenzó a desacelerarse. A finales del año pasado cayó 3% y este primer trimestre 5%”, explica Ricardo Trejo, director de Forecastim.

El segundo elemento son las obras de infraestructura, que a pesar de recibir presupuesto para las obras emblemáticas, el impacto no se ve reflejado en las constructoras.