Fuente: El Economista/ Viviana Estrela

  • La industria de la construcción estatal arranca el año con cifras más positivas en su desempeño, tras las constantes caídas anuales que tuvo en el 2020.

La industria de la construcción estatal arranca el año con cifras más positivas en su desempeño, tras las constantes caídas anuales que tuvo en el 2020.

En enero, el valor de producción de empresas constructoras en la entidad reportó un crecimiento anual de 31.1%, hilando tres meses de alzas anuales: en noviembre del 2020 (7.5%) y en diciembre (1.9%), en contraste, con los 15 meses de decrecimiento a tasa anual que tuvo desde agosto del 2019 a octubre del 2020, precisa la Encuesta Nacional de Empresas Constructoras del Inegi

El valor acumulado en el 2020 representa una contracción de 25.8% anual.

Durante el primer mes del año, la obra privada tuvo el mejor desempeño, al reportar un crecimiento anual de 37.8%, contribuyendo con 77.2% del valor de producción.

El sector público también tuvo un desempeño alentador, con un avance anual de 12.6%, aportando 22.8% del valor total.

Sin embargo, el sector público cerró el 2020 con una variación positiva de 19.5% en relación con el 2019; en contraparte, la obra privada que el año pasado cayó 35.1% anual.

Tras la baja actividad que reportó la construcción en el 2020, el sector local hizo un llamado al gobierno federal a propiciar el desarrollo de infraestructura a través de las empresas constructoras para incentivar al sector, expuso el presidente en Querétaro de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), Álvaro Ugalde Ríos.

“Queremos una reactivación principalmente de gobierno, en este caso del federal, porque es el que genera más recursos; tiene todos los sectores por invertir en sus diferentes rubros de salud, caminos, edificación”, declaró.

Destacó que a nivel nacional se estima que de cinco constructoras una ha desaparecido, principalmente pequeñas firmas que no sobrevivieron a la crisis económica.

La inversión privada, dijo, también enfrenta una contracción, además de haber mermas en la toma decisiones de los inversores, debido a que el gobierno federal no ha generado confianza para que la Iniciativa Privada invierta.

Para el 2021 las expectativas de la CMIC no son positivas, debido a que está en curso el proceso electoral, en el cual se renueva la gubernatura y los ayuntamientos, lo cual incide en que se frenen proyectos de infraestructura.

Se espera que para el último trimestre del año, con el arranque de las nuevas administraciones gubernamentales, se reactive el gasto público en obra.