Fuente: El Sol de Hidalgo/ Ignacio García

  • Se trató del mayor aumento para la industria desde que inició la contingencia sanitaria

Durante el mes de marzo, la actividad de la industria constructora creció 2.6 por ciento con respecto al tercer mes de 2022, por lo cual se ubicó como el mejor marzo desde que comenzó la pandemia de Covid-19 en la entidad, de acuerdo con los Indicadores de Empresas Constructoras, elaborado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

El reporte mensual reveló que el mayor crecimiento de la industria constructora ocurrió en el petróleo y la petro química con el crecimiento del 11.1 por ciento, mientras que el de menor aumento fue en otras áreas no especificadas con 0.4 por ciento.

De acuerdo con el indicador, en el área de edificación fue de apenas el 0.7 por ciento, mientras que de agua, riego y saneamiento el crecimiento fue del dos por ciento, en la electricidad y telecomunicaciones fue del 2.1 por ciento y en transporte y urbanización fue del 2.5 por ciento.

Hidalgo fue una de las diez entidades con mayor crecimiento de la industria constructora durante el tercer mes de este año, por lo cual se situó entre las demarcaciones con mayor nivel de demanda de este rubro, aunque aún no alcanza los niveles previos a la pandemia de Covid-19.

Sin embargo, pese al crecimiento de la demanda del sector de la construcción, las horas trabajadas para este rubro sólo aumentaron 0.8 por ciento en la variación anual, por lo cual fue en las obras del ámbito público las que presentaron el mayor crecimiento de personas ocupadas.

Al respecto, la Cámara Nacional de la Industria de la Construcción (Canadevi) destacó el crecimiento de la industria en los últimos meses, desde el relajamiento de las medidas de bioseguridad implementadas por las autoridades, por lo que confían que se alcancen los niveles de demanda previos a la contingencia en el segundo semestre de este año.

De la misma manera, la Canadevi enfatizó que el sector de la construcción fue uno de los más afectados por la crisis sanitaria, por lo cual su recuperación será más lenta que en otras áreas económicas y dependerá de la desaceleración de la inflación general que alcanzó niveles históricos en el segundo semestre del año pasado.