Fuente: El Imparcial/ Eduardo López

  • La tecnología ayudó a las empresas del sector de la construcción a agilizar procesos para comenzar a trabajar en obras desde junio de 2020.

Con apenas 30 días al frente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) en Sonora, Alfonso Reina Villegas se enfrentó a su primer reto: La paralización de actividades en el sector debido a la pandemia por el Covid-19.

Como la edificación de obras no es una actividad que se pueda realizar desde casa, había que pensar de qué forma los constructores podían irse preparando para cuando la economía se abriera de nuevo.

Durante el confinamiento, Reina Villegas pensó en que la reactivación sería más rápida y les permitiría el Gobierno trabajar, si contaban con protocolos de sanidad, por lo que junto con su equipo se dieron a la tarea de analizar las reglas de este tipo en varios sectores.

“Les dije: Yo necesito que analicen estos protocolos y que busquemos cómo capacitar en línea, y entonces en muy corto tiempo logramos tener estos protocolos, gente operativa me recomendó llevarlos a Salud para que los revisara y los validara”, recordó.

En junio de 2020 el Gobierno federal catalogó a la construcción como una actividad esencial y permitió su reapertura, bajo estrictos lineamientos de salud y seguridad, para entonces los empresarios del ramo en Sonora estaban listos.

El dirigente reconoció que la tecnología también ayudo al sector de la construcción con la agilización de permisos y licitaciones para realizar obras en carreteras o en escuelas, lo que a su vez permitió hubiera trabajo para las compañías.