Fuente: El Economista/ Miguel Hernández

  • Debido a que no hay proyectos de obra pública por tema de recursos, los constructores apuestan por trabajar en el sector privado para generar puestos de trabajo durante el 2023.

La Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) buscará en el 2023 con inversiones en el sector privado poder recuperar 20% de los 10,000 empleos perdidos durante la pandemia de Covid-19, al no ver mayor inercia de la obra pública de los tres niveles de gobierno en la entidad.

Héctor Sánchez Morales, presidente del organismo en Puebla, comentó que los constructores siguen trabajando más en obra privada, que representa 85% de la actividad, al no ver condiciones en proyectos públicos por el tema de recursos.

Indicó que esperaban un cambio en el panorama de trabajo para el segundo semestre, pero siguen viendo lentitud sobre todo en los municipios para licitar obras.

“La CMIC está llamando a los socios para que tengan serenidad, a fin de tener participación en proyectos que sean más redituables en el caso de obra pública”, destacó.

Consideró que mientras no haya un equilibrio entre la obra pública y privada, será difícil que se recupere el sector que tenía previsto un buen año, pero no ven un avance positivo en licitaciones.

El dirigente recordó que los más de dos años de pandemia han sido complicados para los constructores, por lo cual proyectan que la situación mejore para el sector en el 2023, porque apenas alcanzan los 42,000 puestos de trabajo, cuando antes del 2020 venían generando 52,000 empleos.

Indicó que las empresas trabajan con el personal necesario, de acuerdo con el tipo de proyecto, pero “no es fácil darle celeridad para terminar rápido y poder agilizar el pago”.

Sánchez Morales lamentó que esta crisis haya llevado a la quiebra a varias empresas, sobre todo pequeñas y medianas, las cuales no resistieron la baja actividad.

Del sector constructor en sus distintas ramas, el desarrollo de viviendas es donde los empresarios han tenido más actividad por la alta demanda en Puebla, aunque han tenido que enfrentar los incrementos de hasta 10% en el precio de los materiales.