Fuente: El Siglo de Torreón/ Fabiola Pérez-Canedo

  • El objetivo del consorcio busca sumar esfuerzos de las constructoras para alcanzar obras de mayor relevancia

Para poder competir por los grandes proyectos que se desarrollen en Coahuila y Durango, las constructoras ven necesaria la creación de un consorcio donde puedan sumar esfuerzos para alcanzar obras de mayor relevancia y evitar que la pequeña y mediana empresa sean rezagadas de esta derrama económica.

Donato Gutiérrez Gutiérrez, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Construcción (CMIC), dijo que el 2020 fue un año muy complicado por el impacto del COVID-19 y el 2021 fue de recuperación; mientras que, en la actualidad, con los anuncios de obras por parte del Gobierno del estado, el proyecto de Agua Saludable para La Laguna y lo que viene dentro del Comité de Planeación para el Desarrollo Municipal (Copladem), las expectativas son muy positivas para el presente año.

Indicó que la CMIC cuenta con 162 socios y habían cerrado el 2021 en 140, por lo que existe un incremento en lo que va del 2022. Señaló que no todos tienen obras a realizar en estos momentos, pues hay inversiones muy grandes, de modo que no permite que permee la derrama económica a las pequeñas y medianas constructoras, que son la mayor parte en el país, con un 97 %.

Gutiérrez dijo que hay muchas necesidades en la ciudad y que el Estado está en su facultad de determinar cuáles son las prioridades en la construcción de obras, pero indicó que sí se requiere que la derrama económica permee entre la mayor parte de la población, de los empresarios y trabajadores de la construcción.

“En ese sentido estamos viendo la opción de hacer un consorcio CMIC para poder participar en obras de 500 millones de pesos, de 300 millones, en las de Agua Saludable, que son cantidades, también, de miles y de cientos, de otra manera, si no lo hacemos, no vamos a tener oportunidad de participar”, comentó.

El dirigente de la CMIC en la región Laguna consideró que se requerirían varias empresas en el consorcio, por ejemplo, en una obra de 500 millones de pesos, se requeriría juntar unas 50 constructoras que aportaran 10 millones cada una, lo que dependerá, también, de cuántos quieran participar.

“Es el reto, poder participar en los grandes proyectos, si no las Pymes nos vamos a quedar fuera”.