Fuente: Grupo En Concreto/ Julián Sánchez

En fast track y sin cambios, el pleno del Senado de la República aprobó con 68votos a favor y 49 en contra en lo general y en lo particular el proyecto de decreto por el que se reforman y adicionan diversas disposiciones de la Ley de la Industria Eléctrica, dos días antes de lo que se esperaba, con lo que pasó, pese a las críticas de diferentes sectores, la iniciativa preferente enviada por el el titular del Poder Ejecutivo.

“Quedan aprobados los artículos (en reserva) y los transitorios. En consecuencia, queda aprobado en lo general y en lo particular el proyecto de decreto. Se remite al Ejecutivo para los efectos constitucionales”, dijo el presidente de la Mesa Directiva del Senado, Eduardo Ramírez Aguilar.

Luego de tres horas durante las cuales los legisladores del PRI, PAN, PRD y MC, así como los senadores Nancy de la Sierra Aramburo (PT) y Germán Martínez Cázares presentaron sus reservas, el bloque Morena-PT-PES desestimó las argumentaciones de sus compañeros de la oposición y pasó en los términos el dictamen.

La reforma busca darle preferencia a la energía generada en la Comisión Federal de Electricidad (CFE), dejando en segundo lugar a las energías geotérmicas y de ciclo combinado, y en tercero, las eólicas y solares, que ofrecen empresas de privados.

En favor, los senadores de Morena, y algunos del PT, aseguraron que, con las nuevas disposiciones, se da prioridad a la energía generada por el Estado, “se recupera la soberanía energética”, y se detiene el endeudamiento con privados internacionales.

El dictamen también establece que los contratos de “compromiso de capacidad de generación de energía eléctrica” deberán ser revisados con el fin de evitar fraudes y garantizar “la rentabilidad para el gobierno federal”.

La oposición calificó el dictamen como la “ley combustóleo”, pues aseguraron que, con los cambios, sólo se beneficia la producción de energías sucias y costosas, que harán a México incumplir con tratados internacionales en materia ambiental.

De los 14 legisladores de Morena que habían interpuesto reservas, sólo Germán Martínez Cázares las sostuvo y propuso en regular los contratos en materia eléctrica para indemnizar a las personas en comunidades rurales cuando sean producto de concesiones o explotación, con el objeto de producir energía eléctrica por parte de grandes empresa.

“Mi reserva busca garantizar una contraprestación justa a los pequeños propietarios, a los comuneros o a los ejidos en los que se instalan estas grandes empresas. Y este fue un olvido del dictamen o de la minuta y eso también me motivó a votar en contra”, dijo.

Salomón Jara, por ejemplo, fue uno de los que retiró sus reservas. Al hacerlo, argumentó que la reforma a la industria eléctrica da una vuelta de tuerca a la reforma aprobada en 2013, y criticó a quienes se opusieron a esta iniciativa, al considerar que, “son falsos ambientalistas y falsos protectores de los pobres”.

“Los argumentos de quienes se oponen a la transformación del país argumentan que la reforma atenta contra los acuerdos internacionales en materia económica, ambiental y de otros temas, cuando se trata de una protección a sus privilegios y no a favor del pueblo”.