Fuente: La jornada/ Emir Olivares Alonso

  • El enfoque será en la recuperación de escuelas, hospitales, calles, carreteras y los dos aeropuertos

Una de las prioridades para la reconstrucción de Acapulco y otras zonas devastadas por el impacto del huracán Otis es la recuperación de la infraestructura urbana afectada, para lo cual se invertirán 10 mil millones de pesos.

De acuerdo con la primera etapa del Plan General de Reconstrucción y Apoyo a la Población Afectada en Acapulco y Coyuca de Benítez (que en general destinará más de 61 mil millones de pesos), para la infraestructura pública los trabajos se enfocarán en la recuperación de escuelas, hospitales, calles, avenidas, carreteras y los dos aeropuertos de la zona. Además, en el mejoramiento de las líneas de distribución de agua, drenaje, alumbrado público y otros servicios de obra pública e infraestructura, como puentes y caminos.

La inversión que el gobierno federal empleará para ello representa 16.3 por ciento de los más de 61 mil millones de pesos que se dirigirán en la primera etapa de la reconstrucción y apoyo a las comunidades impactadas por Otis, que azotó parte de la Costa Grande de Guerrero, devastando sobre todo el puerto de Acapulco y el municipio de Coyuca de Benítez. Asimismo, para infraestructura de carreteras, la Secretaría de Infraestructura y Comunicaciones y Transportes destinará 218 millones de pesos.

Estos recursos se usarán para la reparación de la autopista Chilpancingo-Acapulco, la vía federal que conduce al puerto, los dos libramientos que conectan la Costa Grande con la Costa Chica de Guerrero (sin necesidad de pasar por la costera Miguel Alemán de Acapulco), así como varios puentes y vías de comunicación afectados por el paso del meteoro.

La información del gobierno federal apuntaba que hasta ayer se habían rehabilitado 15 puntos carreteros de los 23 que presentaron afectaciones.

El impacto del poderoso huracán categoría 5, la madrugada del miércoles de la semana pasada, dejó graves e incuantificables daños materiales en viviendas, hoteles, centros comerciales, hospitales e infraestructura urbana diversa, principalmente en la zona Diamante del turístico punto del Pacífico mexicano.

También causó que carreteras y caminos fueran bloqueados por deslaves, la volcadura de vehículos de doble remolque y la caída de árboles y postes.

Otros estragos ocurrieron en las instalaciones y equipo de los servicios de energía eléctrica, telefonía e Internet, por lo que en los primeros días los habitantes de las zonas siniestradas se quedaron sin luz e incomunicados (hasta ayer se había rehabilitado, se informó, 90 por ciento de la electricidad, aunque persisten algunos problemas de conexión).

Otis también impactó en la red de agua potable y drenaje.