Fuente: La Jornada/ Emir Olivares / Arturo Sánchez

  • Confía AMLO en que es viable

El gobierno federal dio el primer paso para revivir el proyecto del Tren México-Querétaro, una de la obras emblemáticas de la pasada administración que quedó suspendida indefinidamente en medio de la polémica por la casa blanca de la entonces esposa del presidente Enrique Peña Nieto, la actriz Angélica Rivera, y una indemnización de 16 millones de dólares al consorcio China Railway Construction Company (CRCC) por la cancelación del megaproyecto.

Durante su conferencia matutina, el presidente Andrés Manuel López Obrador informó que entre 15 y 20 días atrás se estableció un convenio con la empresa ferroviaria Kansas City Southern para la elaboración del proyecto de construcción del tren de pasajeros entre la Ciudad de México y Querétaro, como parte de la política de recuperación de ese medio de transporte.

Kansas City Southern –la segunda empresa con el mayor número de vías concesionadas en el país, detrás de las firmas de Grupo México– evaluará la viabilidad del tren de pasajeros sobre la red que tiene a su cargo; yo sostengo que la tiene, y que puede impulsarse lo de un tren de pasajeros a Querétaro, que va a ayudar mucho, planteó.

El acuerdo para que Kansas haga dicho proyecto de viabilidad se debe a que la empresa tiene la concesión de la actual vía de carga en esa zona. En lugar de abrir una nueva brecha, la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador propone que se utilice la misma línea ya existente para trenes de pasajeros y se modernice el sistema.

El construir un tren México-Querétaro, insistió, será una opción distinta a las vías carreteras, que en la actualidad están saturadas para cubrir esa ruta. “El fondo es que es una carretera muy transitada, con mucho tráfico (…) Esto (el tren) va a ayudar mucho, porque aunque se siga ampliando (la autopista) no es opción, es mucho el tráfico y constantes los accidentes”.

En 2012, Enrique Peña Nieto anunció, en su segundo día como presidente de México, el Tren México-Querétaro, llamado oficialmente Tren de Alta Velocidad Ciudad de México-Santiago de Querétaro, que consistía en un tren de doble vía con una longitud de 210 kilómetros. No obstante, en noviembre de 2014 la administración del mandatario revocó la licitación otorgada al consorcio CRCC para construir el tren.

La decisión se tomó en medio de investigaciones periodísticas que exhibieron la compra de una mansión por parte de Angélica Rivera a Grupo Higa, un contratista del gobierno con participación en la firma Teya, socia local de CRCC.

De acuerdo con el diario South China Morning Post, la empresa asiática recibió una indemnización de 16 millones de dólares con motivo de la cancelación del proyecto ferroviario.