Fuente: Reforma/ Ernesto Sarabia

  • A año de concluir la actual Administración, el Gobierno “echa toda la carne al asador” en construcción.

De enero a julio de este año, esta actividad aumentó 12.49 por ciento con respecto al mismo periodo de 2022, de acuerdo con datos ajustados por estacionalidad del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Francisco Javier Solares Alemán, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), aseguró que el empuje de este sector proviene directamente del Gobierno con sus obras prioritarias, así como por el nearshoring.

Las cifras del Inegi respaldan los dichos del representante empresarial: las obras de ingeniería civil crecieron en los primeros siete meses del año 89.41 por ciento anual, su mayor avance desde que se tiene registro, es decir, desde 1994.

Por ejemplo, al segundo trimestre de este año, la inversión ejercida en el Tren Maya sólo por Fonatur asciende a 50 mil 445 millones de pesos, con un avance de obra de estaciones de 26.3 por ciento.

En tanto, para este año el presupuesto aprobado para el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles ascendió a 836 mil millones de pesos y se plantea que para 2024 sea 79 por ciento superior.

Estas obras se suman a otras de relevancia como el Tren Interurbano México-Toluca y la refinería de Dos Bocas, que se prevé empiece a operar este año.

De acuerdo con el Inegi, el rubro de edificación (vivienda y edificios) repuntó 2.24 por ciento y trabajos especializados para la construcción 0.22 por ciento.

Solares Alemán advirtió que, no obstante, es posible que las obras no concluyan por aspectos técnicos, así como elementos relacionados con el patrimonio histórico y el medio ambiente.

El nearshoring es otro factor que está jugando a favor de la construcción, dijo.

No obstante, añadió, se requiere transparencia de cómo se ejerce el presupuesto en obras y oportunidad en la información para confirmar el tamaño del crecimiento del sector.

Abundó que es necesario ofrecer servicios como energías renovables y tener políticas públicas que incentiven la inversión.

La infraestructura es el primer paso en el proceso, pero hace falta capacitación de la mano de obra, opinó Solares Alemán.

La industria de la construcción es una de las más importantes de la economía mexicana, pues aporta alrededor de 7 por ciento del Producto Interno Bruto mexicano (PIB), es decir, su participación supera a la suma de la minería y la generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y de gas por ductos al consumidor final.

También tiene relevancia en materia de empleo, ya que si se mide por el número de puestos de trabajo afiliados al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), la construcción dio ocupación a un millón 781 mil 431 personas de enero a julio de 2023 en promedio.