Fuente: Crónica/ Ma. Luz Rodríguez Téllez

Manuel Gómez Parra, director general de Desarrollo Ferroviario Multimodal, señaló que la seguridad es fundamental a su entrada en operación, pues se tendrá capacidad de movilizar hasta 400 mil pasajeros al día, a través de 30 trenes con cinco vagones cada uno.

Al participar en “Diálogo con Ingenieros”, con Luis Rojas Nieto, presidente del Colegio de Ingenieros Civiles de México (CICM) —institución que organizó el evento—, Manuel Eduardo Gómez Parra, director general de Desarrollo Ferroviario Multimodal de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), aseveró que el Tren Interurbano México-Toluca se construye tomando en cuenta lo más avanzado en la ingeniería civil, lo arquitectónico y de telecomunicaciones, pues “la seguridad es uno de los aspectos fundamentales, por lo que a su entrada en operación estará monitoreado permanentemente”.

El Tren Interurbano México-Toluca, de 58 kilómetros de longitud, cuenta con casi cinco kilómetros de túnel, siete terminales —dos estaciones y cinco intermedias—, y brindará servicio a través de 30 trenes con cinco vagones cada uno para un cupo de 711 pasajeros por recorrido, la mayoría de ellos sentados. En el inicio de operación, la frecuencia de trenes se estima cada seis minutos a una velocidad comercial de 90 kilómetros por hora y máxima de 160 kilómetros por hora. La demanda estimada será de 234 mil pasajeros al día, aunque tiene capacidad de movilizar hasta 400 mil pasajeros. El tiempo de recorrido entre la estación Observatorio y Zinacantepec, en el Estado de México, se prevé que será de 39 minutos.

Gómez Parra afirmó que el Tren iniciará pruebas operativas en 2023, aunque la obra civil está planeada para concluir en 2022, año en que iniciarán también pruebas preliminares con miras a su operación, pues se están tomando en cuenta todas las previsiones, a fin de contar con una buena infraestructura que garantice la seguridad en la operación del Tren Interurbano México-Toluca.

El funcionario federal enfatizó que los elementos principales del tren quedarán monitoreados permanentemente a través del Centro de Control. Aunque el Tren aún no esté hoy en operación, “queremos ir checando el comportamiento normal de las estructuras y eventualmente ante un sismo obtener un patrón, para que cuando ya esté en operación podamos detectar alguna diferencia”.

Señaló que el costo del mantenimiento tiene que salir de la propia operación. “Pero considerando que esto depende también del aforo estimado, seguramente en el planteamiento final que se arregle con el tema de la operación, habrá algún tipo de aportación del gobierno en dado caso que el aforo no cubra el costo del mantenimiento”.

La inversión total del proyecto es de 90 mil millones de pesos y a la fecha se han ejercido 66 mil 578 millones de pesos.