Fuente: El Sol de México/ Humberto Armenta González

La infraestructura ferroviaria es un detonante de desarrollo, contribuye a que habitantes de zonas alejadas a centros urbanos o industriales, puedan acceder a oportunidades laborales para mejorar su calidad de vida. Tanto la construcción de nuevos kilómetros de vías como la rehabilitación de existentes contribuyen a mejorar la red de transporte terrestre más económica y respetuosa con el medio ambiente.

Históricamente el ferrocarril ha sido un símbolo de modernidad en nuestro país, desde el primer trazo que conectó a Veracruz con El Molino, en un trayecto de apenas 11.5 km en 1842, expandiéndose a cerca de 20,000 km en 1910, hasta llegar a los 23,389 km en operación con lo que contamos en la actualidad, según registros de la Agencia Reguladora del Transporte Ferroviario.

La investigadora Luz Carregha, resalta la relevancia del ferrocarril en su etapa previa a la Revolución, ya que amplió el acceso a nuevos mercados, facilitando el traslado de mercancías en un menor tiempo desde la zona del Golfo de México hacia la frontera norte, incrementando el intercambio comercial de nuestro país con Estados Unidos y Europa. Por otro lado, Carregha destaca cómo socialmente el ferrocarril definió el surgimiento de asentamientos humanos, mismos que hoy son parte de la geografía de los estados. Las antiguas haciendas se convirtieron en cabeceras municipales, y la influencia de este medio de transporte determinó la vida de sus habitantes.

En el panorama actual, tenemos diversos proyectos que se están planeando o se encuentran en construcción, como son el Tren Maya, el tren interurbano CDMX-Toluca, la línea 4 del tren ligero en Guadalajara, el tren Coahuilteca y el Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec (FIT). Este último, un proyecto emblemático que contempla la rehabilitación de 309 km de vías férreas, con lo que se disminuirá el tiempo de traslado de los trenes entre los puertos de Coatzacoalcos y Salina Cruz de 7.5 a 4 horas, conectando al Océano Atlántico con el Océano Pacífico.

Recientemente, el BID Invest, brazo de atención a empresas privadas del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), anunció el otorgamiento de financiamiento privado para empresas que quieran localizarse en el Istmo de Tehuantepec, con montos entre mil 800 y 2 mil 800 millones de dólares, informó la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP). Por lo que se pretenden establecer 10 polos de desarrollo con parques industriales productivos, aprovechando el posicionamiento estratégico del istmo, con esto, las corporaciones que se sumen recibirán incentivos fiscales y no fiscales.