Fuente: El Economista/ Alberto Aguirre

El tramo 5 del Tren Maya conectará a Cancún, Playa del Carmen y Tulum, los tres destinos turísticos más importantes del Caribe mexicano.

El tramo férreo —de 121 kilómetros— correrá sobre los derechos de vía de la carretera federal 307. En la idea original de Rogelio Jiménez Espriú, director general de Fonatur, la nueva infraestructura podría construirse a través de asociaciones público-privados, pero la Cuarta Transformación no quiere dejar deudas. Y tiene prisa.

El tramo final del Tren Maya originalmente contemplaba la modernización, operación y mantenimiento de la carretera Cancún-Tulúm por la que correrá el Tren Maya sobre una línea electrificada, de doble vía. Una obra valorada en 7,500 millones de dólares que no fue asignada, luego de que se declarara desierta la licitación al no calificar con suficiencia la propuesta de Black Rock.

Fonatur abrió una nueva licitación para la elaboración del proyecto ejecutivo, construcción de la carretera y la vía férrea y entre Playa del Carmen Norte y Tulum Norte (tramo norte), que tendrá estaciones en Akumal, Puerto Aventuras y Xcaret. En este mismo espacio se dio cuenta de que el consorcio formado por ASCH México y PowerChina presentó la propuesta más económica por 13,399 millones de pesos.

Enseguida figura Caabsa Infraestructura como parte de un consorcio que además involucra a Comsa Infraestructura, Grupo Diamante y Constructora de Proyectos Viales, que dio una oferta por 16,227 millones de pesos (13,998 millones de pesos, más IVA).

No es la primera vez que el grupo de Luis y Mauricio Amodio licita alguno de los tramos del Tren Maya —presentó ofertas por los tramos 1 y 3—, con una planta de elementos prefabricados y una planta de concreto en operación, en Cancún. Su participación en la construcción del tramo tres del Tren México-Toluca es otra de sus ventajas comparativas. Igual que la experiencia de Comsa Infraestructura —filial de la firma catalana especializada en trenes de alta velocidad— que ha intervenido en la rehabilitación del Tren Ligero de la Ciudad de México, y las líneas A y 12 del STC Metro.

¿Puntos en contra? Sus vínculos con el mancerismo, que le concesionó la administración de accesos de la Central de Abasto. Y los lentos avances del tercer tramo del Tren México-Toluca, con sobrecostos millonarios.

Además de esos dos consorcios, la española Sacyr que va con Dragados del Sureste, con una oferta económica por 14,140 millones de pesos. Otras ofertas que también se presentaron fueron el consorcio Cicsa, FCC Construction y La Peninsular, el de Mota Engil México junto con ICA y el de la española Aldesa junto con China Railway Construction.

Ahora que Fonatur ya recibió las nueve propuestas de consorcios integrados por nacionales e internacionales para el tramo 5 del Tren Maya, vale la pena revisar el historial de algunas de las empresas.

Efectos secundarios
ESCALAMIENTOS. Va la implementación de la Cédula Única de Identidad Digital. La primera fase se concretó exitosamente el pasado fin de semana, con la migración de los sistemas del CURP y el Registro Civil. Una operación que ocurrió con precisión, sin incidentes a pesar de que la lista de migración de centros de datos de instituciones es bastante extensa. El switcheo dio inicio a las 22:15 y concluyó 22:21; es decir, tuvo una duración de 6 minutos; y que mientras duró el proceso y se mantuvo en la ventana programada de mantenimiento, se pudo contar con servicios críticos disponibles para consulta de registro de las instituciones que así lo requirieron, debido a que el plan de migración contemplaba un escenario de contingencia. La renovación del centro de datos de Registro Nacional de Población contó con los servicios del consorcio TRIARA (filial de Telmex) y Engine Core (filial de B Drive It), que logró mejorar el desempeño de los sistemas y disminuir los costos operativos. También se prevé que aumente la seguridad y se facilite el crecimiento de infraestructura.

DESAMPARADOS. Al menos siete sacerdotes y un obispo católico han fallecido por la Covid-19 en la Ciudad de México. Una docena de congregaciones y casas de residencia han reportado contagios entre monjas y ministros de culto; y aunque muchas parroquias y dispensarios han tenido que cerrar sus puertas por el semáforo epidemiológico, otras tantas siguen en funcionamiento. Afectada por la pandemia, en más de un sentido, la grey católica ha tenido que aplicar un plan de austeridad lo que ha dejado sin recursos para su manutención y sus medicamentos a sacerdotes jubilados, desde hace dos meses. Entre ellos, al cardenal emérito Norberto Rivera Carrera, quien debió ser ingresado a un hospital privado, desde hace una semana. Sus médicos son reservados, debido a que hace tres días requirió de un respirador mecánico. Y el pronóstico es desolador, pues el seguro de la Arquidiócesis Primada de México no cubrirá este evento y la renovación del contrato está pendiente, desde hace tres semanas. “La Arquidiócesis tiene que pagar. Es responsable de su manutención y sus cuidados”, se quejan cercanos al purpurado duranguense y acusan al cardenal Carlos Aguiar Retes por su indolencia.