En este artículo quiero resumir lo más destacado de la COP 26 hasta ahora, tanto lo bueno como lo malo. Mi conclusión es que aunque se han alcanzado acuerdos muy positivos, son insuficientes para alcanzar las metas climáticas planteadas en el Acuerdo de París.

Entre lo positivo me gustaría destacar el acuerdo firmado por más de 100 países para detener y revertir la deforestación en nueve años, ya que cada minuto se pierde un área de bosque del tamaño de 27 campos de fútbol en el mundo, mientras que la vegetación es de nuestros principales aliados para combatir el cambio climático.
También se firmó un acuerdo entre 40 países para reducir el uso de carbón en sus planes energéticos y reducir las nuevas inversiones en plantas de energía a partir del carbón.

30 países e instituciones firmaron un acuerdo para dejar de financiar por completo los combustibles fósiles fuera de sus territorios, es decir, en otros países. Esto está acordado para 2022.

Mientras, 30 países y 6 fabricantes pactaron ya no producir vehículos que funcionan quemando combustibles fósiles a partir de 2035.

100 países se comprometieron a disminuir en 30% sus emisiones de metano, que es causante de entre 30 y 50% del calentamiento que ha experimentado el planeta.

Por el lado de la industria de la moda, 130 empresas y 40 organizaciones incrementaron su meta de 30% en reducción de emisiones, para que sea una meta del 50% para el 2030.
Por último, me gustaría destacar la campaña ‘Cities Race to Zero’, que busca reducir el uso del carbón en 10 mil ciudades de todo el mundo. Hasta el momento han firmado mil ciudades y gobiernos locales que representan 880 millones de habitantes.

Es muy importante que en aquellos países en donde los gobiernos nacionales se rehúsen a tomar medidas más ambiciosas para reducir la contaminación, algunos de sus gobiernos locales tomen acciones más sustentables.

Estos compromisos son positivos y sin duda abonan en la lucha contra el cambio climático, no obstante, son insuficientes.

Greenpeace y Oxfam coincidieron que el borrador del acuerdo de la COP26 realmente es muy débil y no contempla los grandes cambios en la emisión de gases contaminantes que necesitamos.

Por ejemplo, el ministro de Relaciones Exteriores de Tuvalu expuso una declaración desde esta isla que está en Oceanía. Con el agua hasta las rodillas, denunció que el incremento del nivel del mar está afectando gravemente a su país.

Además, un nuevo estudio de la Oficina Meteorológica de Gran Bretaña señaló que más de mil millones de personas sufrirán de calor extremo, algo que es fatal cuando este provoca fallas eléctricas e impide el uso del aire acondicionado.

Seguramente nos sorprenderá la falta de acuerdos más ambiciosos, si tomamos en cuenta que en la lista de asistentes a la COP 26 hay al menos 500 personas con vínculos con la industria de combustibles fósiles, siendo la delegación más grande en el evento.

Jóvenes y activistas, como Greta Thunberg, han denunciado que la COP se convirtió en “un festival de dos semanas para lavar la conciencia”, pero donde solo hay palabras y discursos sin las acciones concretas que necesitamos.

La red internacional de organizaciones contra el cambio climático solicitó a los países comprometerse a revisar cada año sus objetivos de reducción de emisiones y el cumplimiento de los mismos, no únicamente cada cinco años.

Todos los gobiernos argumentan que están comprometidos con el combate al cambio climático, pero algunos claramente no lo están. Sus acciones son mucho más importantes que sus palabras, lo que es una mala noticia para nuestra región, que es y será de las más afectadas por el cambio climático.

Afortunadamente hay algunos ejemplos de éxito en Latinoamérica, y en México podemos sumarnos a esa lista si apostamos fuertemente por la energía eólica y solar.

Fuente: EL UNIVERSAL/ Enrique de la Madrid